Las empresas IA más influyentes dentro de la Movilidad – 2025

Descubre las principales empresas de IA en movilidad para 2025 y los grandes grupos que las respaldan. Un análisis completo del ecosistema global de autonomía, robotaxis y software automotriz.

Las compañías de IA transformando el mundo de la movilidad

Cómo las grandes corporaciones están moldeando el futuro del vehículo autónomo

La inteligencia artificial aplicada a la movilidad ha dejado de ser un experimento futurista para convertirse en el eje central del desarrollo automotriz. Desde robotaxis hasta software de conducción autónoma, las mayores compañías del mundo están acelerando la creación de ecosistemas de movilidad impulsados por datos, visión por computadora y aprendizaje automático.

La inteligencia artificial ya no es algo “que llegará algún día” a la movilidad. Está aquí, moviendo piezas reales del sector, cambiando cómo se diseñan los coches, cómo se gestionan las flotas y, sobre todo, cómo se empieza a imaginar el transporte del futuro. Y si miramos 2025 con un poco de perspectiva, lo más interesante no es solo qué empresas lideran la autonomía, sino quién está realmente detrás de ellas.

El gráfico que tienes delante deja un mensaje bastante claro: las compañías más fuertes en IA aplicada a movilidad están hoy controladas o impulsadas por gigantes tecnológicos y grandes fabricantes de automóviles. Eso significa que hemos pasado de una fase de experimentación a una fase de carrera estratégica. Ya no se trata solo de “ver si funciona”, sino de quién puede escalarlo con seguridad, en qué ciudades, bajo qué regulaciones y con qué modelo operativo.

Para la movilidad corporativa y el transporte premium, esto no es teoría. Afecta a cómo se moverán las personas que viajan por trabajo, a qué niveles de seguridad exigirán las empresas, y a cómo se mantendrá la confianza en un mundo donde convivirán vehículos con conductor, coches cada vez más asistidos por IA y, poco a poco, servicios autónomos.

Las empresas de IA transformando el sector de la movilidad

AI Mobility Company Parent Company Focus or what they are known for Region or scale
Waymo Google (Alphabet) Robotaxis and a mature self driving platform with years of real world operation Mainly the US, expanding
Mobileye Intel ADAS systems and autonomy technology for automakers, focused on vision and mapping Global presence across many OEMs
Zoox Amazon Robotaxi designed from the ground up for autonomous fleet services US focused, with global ambition
Woven by Toyota Toyota Software and AI mobility ecosystem, connected cities, and autonomy R and D Japan and the global Toyota ecosystem
Cruise General Motors (GM) Urban autonomous mobility and driverless ride hailing programs US
Amotive Stellantis Vision first autonomous stack developed inside the group Europe and Stellantis global network
Zenseact Volvo Volvo’s AI and software arm, centered on safety led autonomy and ADAS scaling Europe and Volvo’s global footprint
Latitude Ford Hands free driving and a pipeline toward full autonomy US and Ford’s global fleet
Apollo Go Baidu Large scale robotaxi network, especially advanced in Chinese cities Asia, particularly China

Principales usos de la IA en el mundo de la movilidad

Cuando pensamos en IA y movilidad, es fácil quedarse solo con el concepto de robotaxis. Pero la realidad es que la inteligencia artificial ya está metida en muchas capas del transporte, incluso en servicios que usamos todos los días sin darnos cuenta.

Uno de los usos más extendidos hoy es el de los sistemas avanzados de asistencia a la conducción, conocidos como ADAS. Son tecnologías que ayudan a frenar antes de un impacto, mantener el carril, detectar vehículos en ángulos muertos o vigilar señales y peatones. Aunque no sean “conducción autónoma total”, están mejorando la seguridad de forma inmediata y, además, generan datos valiosísimos para entrenar los sistemas del futuro.

El segundo gran bloque es, por supuesto, la conducción autónoma completa y las operaciones de robotaxi. Aquí la IA tiene que hacerlo todo: entender el entorno, anticipar movimientos, planificar rutas y controlar el vehículo sin intervención humana. En 2025 el reto ya no es demostrar que un coche puede circular solo en un escenario limpio. El reto es conseguir que lo haga bien y de forma segura en ciudades distintas, con tráfico impredecible, lluvia, obras, peatones que cruzan sin avisar y marcos regulatorios totalmente diferentes.

La IA también está cambiando la gestión de flotas. Da igual si hablamos de coches con conductor o autónomos: una red de movilidad funciona cuando la operación es impecable. La inteligencia artificial permite anticipar mantenimiento, prever picos de demanda, asignar vehículos de forma inteligente, optimizar rutas y reaccionar mejor cuando algo se tuerce. Esto ya está aumentando fiabilidad y eficiencia en muchas compañías, incluso sin tener coches autónomos en la calle.

Por último, la IA está entrando con fuerza en la experiencia del viajero y en la seguridad operacional. Hoy se usa para mejorar la precisión de las llegadas, ofrecer más transparencia en cada trayecto, detectar riesgos en ruta, automatizar soporte o controlar de forma más consistente la calidad del servicio. En el fondo, la IA no solo ayuda a que los coches se muevan mejor. También ayuda a que el viaje sea más seguro y más confiable.

Cómo pinta el futuro a partir de 2025

Si algo deja claro el gráfico es que la autonomía es ya una carrera de plataformas. Las empresas líderes no están creciendo solas en un garaje: pertenecen a ecosistemas enormes con recursos masivos, datos a escala global y músculo para negociar regulaciones y despliegues. Alphabet, Amazon, Intel, Baidu y los grandes OEM no quieren solo coches que se conduzcan solos. Quieren dominar las infraestructuras, los datos y el modelo de servicio que vendrá detrás.

Aun así, el futuro no será de la noche a la mañana totalmente autónomo. Durante años convivirán flotas híbridas. Habrá ciudades donde la autonomía avance rápido y otras donde avance mucho más despacio por temas legales, urbanos o culturales. En movilidad corporativa esto significa que la consistencia será más importante que la novedad. Da igual que haya un piloto autónomo espectacular en una ciudad si el resto del programa global no puede garantizar el mismo estándar.

Otra evolución clave es que la confianza y la seguridad pesan más que el factor “wow”. Las empresas no adoptarán autonomía porque sea llamativa, sino porque demuestre fiabilidad real. La pregunta no será “qué tecnología usa”, sino “¿puedo confiar en esto cuando mi equipo viaja?”. Transporte a las seis de la mañana al aeropuerto, viajes de ejecutivos, duty of care, respuesta ante incidencias, comportamiento bajo presión. Ahí se gana o se pierde el partido.

El futuro de la movilidad llega, sí, pero llegará por capas. Y las compañías que mejor acompañen esa transición serán las que conviertan la complejidad tecnológica en algo sencillo y seguro para quien solo quiere una cosa: llegar bien, a tiempo, y con tranquilidad.